Estimulación de la médula espinal

Inicialmente, y antes de ser implantado en el cuerpo, se utiliza un estimulador de la médula espinal (o SCS) en una base de ensayo; si la terapia SCS del ensayo demuestra ser efectiva, el dispositivo se implantará permanentemente en el cuerpo.

 
Los pacientes son ligeramente sedados antes de iniciar el procedimiento para instalar permanentemente el SCS. Su médico también administrará anestesia local en o alrededor del área designada para la colocación de plomos para el SCS; luego se le administra un anestésico general justo antes de implantar el dispositivo SCS.

Las derivaciones asociadas con un estimulador de la médula espinal se instalan en el espacio epidural utilizando una pequeña aguja o una incisión muy pequeña; la ubicación específica de la colocación del plomo dependerá de dónde se encuentre exactamente el dolor del paciente. El estimulador de la médula espinal en sí se suele implantar en la región del estómago o las nalgas; sin embargo, hay otras ubicaciones que su médico podría elegir como la mejor ubicación de instalación para su situación específica.

La mayoría de los procedimientos de SCS se completan de forma ambulatoria; algunos médicos mantendrán a un paciente durante la noche en el hospital para su observación como precaución. Al igual que cualquier cirugía, es común que los pacientes experimenten dolor o malestar en el sitio de la incisión; sin embargo, la mayoría de los pacientes informan que no pueden sentir el dispositivo después de que la incisión se haya curado.

Aunque comúnmente se conoce como una instalación permanente o opción de tratamiento, la estimulación de la médula espinal es un procedimiento reversible con el dispositivo que se puede apagar o quitar en cualquier momento.

Al igual que cualquier procedimiento quirúrgico que involucre la columna vertebral, existen riesgos que acompañan a la cirugía SCS, que incluyen:

• Infección
• Cefalea
• Reacción alérgica a los medicamentos
• Fuga de líquido espinal

 
Además, los riesgos que son específicos del estimulador de la médula espinal en sí pueden incluir:
 

• Sobreestimulación de los nervios.
• Inicio o parada intermitente de la estimulación
• Estimulación de los nervios en la ubicación incorrecta
• Fugas o fallos de la batería
• Fuga de líquido cefalorraquídeo
• Dolor crónico en el sitio
• Respuesta alérgica a materiales implantados en el cuerpo.

A pesar de los riesgos asociados con el SCS, el procedimiento en sí se considera de bajo riesgo y se ha informado de que la terapia de estimulación de la médula espinal tiene una serie de beneficios, incluyendo:

• Permitir que el paciente tenga el control de tratar y aliviar el dolor nervioso y las molestias.
• Proporcionar a los usuarios una mayor capacidad para reanudar la mayoría o la totalidad de las actividades normales, incluidas las actividades relacionadas con el trabajo y/o el ejercicio.
• Mejora de la perspectiva mental y la sensación de bienestar asociados con el alivio del dolor nervioso crónico y las molestias.

Las investigaciones indican que la terapia SCS proporciona alivio a largo plazo en casi el 80% de los pacientes que sufren de dolor crónico y malestar causado por afecciones que afectan los nervios. Otras investigaciones indican que aproximadamente el 25% de los que recibieron un estimulador de la médula espinal experimentaron mejoras y reducción del dolor lo suficientemente significativas como para permitir el retorno a las actividades normales